El mismo sendero, solo que esta vez va vestido de primavera. Ezcaray, abril 27 de 2017.
Dicen que soy la misma,
la misma soñadora,
mujer descalza
que sacude la burbuja.
Sin embargo
es difícil reconocerme
porque olvidé conjugar
el verbo volver.
Vuelo, volver, volví, ¿volveré?
Tal vez era más fácil
cuando lo conjugaba en plural,
cuando el nosotros recorría
todas las esquinas y llenaba
los huecos negros y las heridas
con otros verbos como llegar.
Volver es buscarse y hallarse
más allá de una despedida.
No es simple el regreso,
impone valentía.
Es una flecha al frenesí de cada día
sin mañana, sin ayer.
Zaragoza, abril de 2017. En mi camino. La vida es un constante regreso.