PÁJAROS PROHIBIDOS



Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen en la entrada de la cárcel. El domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en la copa de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas. —¿Son naranjas? ¿Qué frutas son? La niña lo hace callar: —Ssshhh. Y en secreto le explica: —Bobo. ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.

Eduardo Galeano. "Los pájaros prohibidos de Galeano siguen volando libres". pag 153 del libro, El Séptimo Círculo del Infierno. Santiago Posteguillo. 

Imagen tomada del Internet.


LAS CABEZAS TROCADAS





Todavía tengo libros pendientes en la lista de los que quería leer en el 2017. Las Cabezas Trocadas, era uno de ellos y me alegra haberlo leído esta semana. Thomas Mann, con una excelente narrativa va tejiendo un gran tapiz con tramas espirituales y artísticas. Le entrega al lector la posibilidad de mirar algunos temas recurrentes en la vida diaria que podrían pasar desapercibidos, o simplemente son temas que se filtran tan rápido que no los cuestionamos en el devenir de los días.

Esta novela gira en torno a un trio amoroso. Chridaman, el esposo, dedicado al comercio, con una formación espiritual sólida, un don para saber utilizar las palabras, una mente brillante y un cuerpo delicado poco atractivo para los sentidos. Nanda, el amigo, un hombre sencillo, del pueblo, alegre, torpe con el lenguaje, básico, dedicado a la herrería y al pastoreo que lo ayudaban a tener un cuerpo fuerte y vigoroso. Por último está Sita, la esposa, que se siente atraída por las cualidades de uno y del otro. En medio del juego psicológico de querer amar a un hombre ideal, sucede un accidente que solo leemos en las historias de los dioses. 

Un día los tres salieron de paseo y Chridaman que venía sintiéndose triste pues presentía el desamor de su esposa, se separó de ellos para dirigirse al santuario de la madre oscura, Kali, la diosa. Allí decidió ofrendarse y con la espada del templo separó su cabeza del cuerpo. Más tarde, Nanda, notando la ausencia de su amigo se dirigió a la cueva, al verlo decapitado sospechó que había sido por lo que él inspiraba en Sita y tomó la misma espada para hacer lo mismo que su amigo. Sita también quiso quitarse la vida cuando descubrió los cuerpos, pero Kali, la divinidad hindú de la muerte, le explicó lo que había pasado y le reveló la manera para volver a unir las cabezas a los cuerpos. Sita, en su prisa intercambió las cabezas sin proponérselo y sin actuar de mala fe. Cuando los dos jóvenes volvieron a la vida, se trenzaron en una discusión por el maridaje y por saber a quién debía pertenecer Sita, ¿a la cabeza o al cuerpo? 

Buscaron la ayuda de un sabio que dictaminó que Sita debía ser la esposa de quien llevaba la cabeza ya que es la parte del cuerpo más alta. Ahora Sita tenía en su marido, a un hombre sabio con bello cuerpo. Pero esto no duró mucho tiempo porque el esposo volvió a su estilo de vida y su cuerpo que no era ejercitado fue perdiendo firmeza hasta verse de nuevo débil. Por otro lado el amigo fue fortaleciendo su cuerpo gracias a la vida rústica y sencilla que llevaba. En Sita regresó la insatisfacción y el deseo por aquel cuerpo que despertaba sus sentidos.

Decidió ir en busca de Nanda a las montañas y este la recibió con gran entusiasmo. Cuando Chridaman regresó a casa y no halló a su esposa, salió desesperado a buscarla. Los encontró juntos y ante esta realidad sostuvieron una conversación que los llevó a tomar una decisión definitiva. Debían evitar la miseria en la que vivirían si seguían en esa infidelidad constante. 

El doloroso final de esta leyenda hindú que nos narra Tomas Mann nos lleva a preguntarnos sobre la dualidad, más allá de lo moralista que pueda sonar este relato (para algunos), nos lleva a tratar de entender las divisiones que llevamos dentro y que muchas veces trascienden a todo lo que se nos ha enseñado sin entrar en temas religiosos. Esa dualidad que nos parte y que a veces se presenta en el amor aunque digan que es imposible, porque cuando se ama, se ama un todo y lo otro sería empatía, deseo, atracción, admiración, etc. 

Bueno, como siempre es solo una reseña desde mi punto de vista. Solo agradezco a Mann porque a través de esta corta novela me he sumergido en mis contradicciones. 

Mente-cuerpo, físico-mental, espíritu-carne, conciencia-deseo. ALMA…

"Hay una belleza espiritual, y otra que habla a los sentidos. Pero algunos quieren atribuir por completo lo bello al mundo sensorial, y separar de él, en lo fundamental, lo que le corresponde al espíritu, de manera que el mundo aparecería dividido polarmente en Espíritu y Belleza. En esto también se funde la doctrina patriarcal de los Vedas: Dos clases de beatitud se experimentan en los mundos: por las alegrías de este cuerpo y en la tranquilidad liberadora del espíritu". Las cabezas trocadas – Thomas Mann 

Nota: Estoy tratando de alimentar semanalmente este blog. Gracias por todos los que me escriben por aquí, por correos y por Google +. A veces no dejo la opción de los comentarios por las razones que les he dado y por eso a veces escojo la opción de publicar en privado para que les lleguen solo a quienes me siguen. Gracias de nuevo, por aquí les dejo un abrazo en el aleteo amoroso de la poesía.