FINISTERRE- FINIS TERRAE (el fin de la tierra).




Muchos historiadores consideran que el cabo de Finisterre era el destino original de las peregrinaciones antiguas previas a la cristianización. Esto porque consideraban que al llegar aquí ya no se podía seguir el sol. 

Es el fin figurado pero también podría ser el fin para comenzar de cero, fin de una vida antigua, por eso muchos quemaban sus ropas al llegar aquí (ahora está prohibido) como símbolo de no seguir cargando nada viejo. Llegar a la famosa Costa da Morte, caminar en medio de las rocas, mirar el Atlántico hasta que tus ojos se pierdan en el infinito, sentir la vibración de los impresionantes acantilados, es una experiencia que ha valido la pena vivir. 

Personalmente hice el ejercicio de imaginar que era “el límite” para algunos aspectos de la vida. ¿Cómo reaccionamos ante situaciones límites? Mantenemos la calma o nos llenamos de miedos. Abrirme a lo que viene, a lo que no conocemos todavía también fue una invitación que me hizo el lugar. Estar presente, saber que estaba en tierra firme, un camino que me había llevado hasta ahí con muchas interpretaciones, pero ver en frente solo agua, un mar profundo, imprevisible y hasta peligroso porque podría tornarse incontrolable. 

Cada límite es una prueba y así la debemos asumir.


Kilómetro 0. Final de un camino o el principio de otro. Tú eliges.


                                                       Contemplación ...

 
Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor para reconocer el equilibrio.





La muerte del sol en el mar con la esperanza de verlo salir al día siguiente. 


Me alejo y compruebo 
que mi ausencia
no detiene la ausencia del granate
y el tapiz sigue valiente 
coloreándose sin mi.

Todo el firmamento sin prisa
sigue con su ropaje.  

Semblanza de la tarde, del libro "Con  hilos de soles y lunas". Ed. Apidama 2016